El ejercicio, la actividad física, el entrenamiento y la competencia en ambientes cálidos es una de las problemáticas más complejas en el Deporte, y es uno de los factores más recurrentes en el devenir diario del escenario deportivo, causando deshidratación.
La mayoría de los deportistas, entrenadores, médicos y padres desconocen e ignoran las consecuencias de que la reducción del contenido del agua del cuerpo por deshidratación altera las capacidades físicas y la performance. A consecuencia de esta desinformación, hay falta de conciencia del tema. Por ello es muy frecuente, que no se sigan estrategias de hidratación apropiadas para corregir el problema.
El cuerpo humano está permanentemente en estado de compensación del balance hídrico. Un “disbalance” hídrico no sólo es necesario para mantener el rendimiento, si no para no afectar el estado de salud. Y los estados de deshidratación producen un importante número de síntomas y signos, que de mantenerse pueden generar estados morbi-mortales severos.
Durante el ejercicio hay una continua pérdida de fluidos. En ausencia de ingesta de fluidos, la pérdida se asocia con una progresiva reducción del agua corporal total y con pérdida de peso, por lo cual el control de peso, antes y después de los esfuerzos, es un pilar básico del control de la ingesta/pérdida de fluidos.
La pérdida de agua corporal total puede ser de 500 a 2.000 ml/hora, dependiendo de varios factores (entre ellos, son determinantes la duración – intensidad del esfuerzo y las condiciones ambientales de temperatura y humedad).
Los factores de la regulación de fluidos en el organismo, con más impacto fisiológico, son:
- Funcionamiento del riñón.
- La tasa de sudoración.
- Características de la reposición de fluidos.
Dentro de las acciones reguladoras del organismo, sobre los fluidos del cuerpo, se pone en juego un mecanismo muy complejo de neuro-transmisores y hormonas, a saber:
- Sistema Simpato-Adrenal (Adrenalina y Noradrenalina): Regulación sobre tensión arterial y redistribución del flujo sanguíneo, y acción sobre la Angiotensina II.
- Sistema Renina-Angiotensina: Genera Aldosterona.
- Vasopresina u Hormona Antidiurética (HAD): Disminución y “ahorro” de agua a nivel renal y ahorro de Sodio.
- Aldosterona: Reabsorción de Sodio en riñón (intercambia por K+), y en glándulas sudoríparas.
Tener en cuenta cuáles son los factores que generan calor endógeno (“Core Temperature”):
Endógenos:
- Duración del esfuerzo.
- Intensidad del esfuerzo.
Exógenos: (Factores ambientales)
- Temperatura ambiente.
- Humedad relativa.
- Velocidad del viento.
- Radiación solar.
El organismo regula y trata de disminuir el calor endógeno (debido a que su acumulación puede producir fatiga o golpe de calor), mediante diversos mecanismos fisiológicos:
- Radiación (+)
- Conducción (+)
- Evaporación (+++++)
El número de (+) cuantifica la jerarquía de cada uno de los mecanismos, en relación a la eficiencia de liberación de calor.
Evidentemente, el mecanismo de sudoración y evaporación es responsable de más del 70% de la liberación de calor endógeno. Es importante comprender que el mecanismo se optimiza cuando el sudor secretado se evapora.
La tasa de evaporación está fuertemente condicionada por el % de humedad ambiental. Si es menor al 50-55 %, el sudor se evapora fácilmente. Pero si la humedad es mayor a 70% el sudor permanece sobre la piel, y dificulta severamente la liberación de calor, incrementando la tasa de sudoración por hora. Es muy importante comprender que el % de humedad elevado agrava el ejercicio en ambientes cálidos.
Todos deben educarse con respecto al clima
Debe educarse a todo el medio deportivo (sean deportistas de ocasión o deportistas competitivos) de que está prohibido dificultar la sudoración con fajas, vendas o nylons, lo que puede potenciar el aumento del calor endógeno y poner en riesgo a los sujetos de sufrir un golpe de calor.
La tasa de sudoración pueden ser de 0,5 a 2,0 lt./hora. Esta tasa se incrementa en sujetos que están adaptados o aclimatados al calor y en los entrenados.
De hecho, la pérdida de fluidos puede representar el 2-3 % de pérdida de agua (y de peso corporal) por hora, en individuos de 70 Kg., lo que ya afecta el rendimiento deportivo, en principio por la reducción del volumen plasmático y caída del consumo de Oxígeno.
La emisión del sudor, que es hipotónico genera hipertonía plasmática, lo que “arrastra” agua desde la célula al espacio vascular (en forma compensatoria), pero genera deshidratación celular e hipertermia.
Por lo general, la concentración de Sodio en el sudor es de 60 meq/lt., por lo cual a una tasa de 1 lt./hora, se pierde el 2 % del Sodio corporal total (tener cuidado con la Hiponatremia en esfuerzos prolongados de 3-4 horas).
A modo de síntesis, los síntomas y signos de la deshidratación pueden resumirse en los siguientes puntos:
- La temperatura interna a una determinada intensidad de ejercicio (de 37º a 39, 5º).
- Disminuye la tasa de vaciado gástrico.
- Aumenta la incidencia de malestar gastrointestinal e intolerancia gástrica a la reposición de fluidos.
- La frecuencia cardíaca aumenta, y disminuye el volumen minuto y el volumen plasmático.
- La viscosidad sanguínea aumenta.
- Con el 2 % de pérdidas, disminuye la capacidad de resistencia y velocidad, afectando la capacidad de ejercicio.
- Disminuye la tasa máxima de sudoración como consecuencia de la reducción del flujo sanguíneo a la piel.
- Aumenta la utilización de Glucógeno muscular.