El entrenamiento entrenamiento funcional americano combina múltiples ejercicios como la gimnasia, el levantamiento olímpico y actividades de resistencia. Estos movimientos se realizan a menudo con una intensidad alta y con poco tiempo de recuperación entre ejercicios.
Es por ello que algunas investigaciones e informes señalan “una alta tasa de lesiones entre los participantes de entrenamiento funcional americano debido al uso repetitivo de ejercicios técnicos de alta densidad”.
Este estudio es uno de los primeros que examinan formalmente las tasas de lesiones entre los participantes de entrenamiento funcional americano y los factores que pueden contribuir a las mismas. Elaborado por varios investigadores de la Universidad de Rochester, de la Facultad de Medicina y Deontología en Nueva York, surge con el propósito de «establecer una tasa de lesiones entre los participantes del estudio e identificar las tendencias y asociaciones entre distintos factores, como las tasas de lesiones, las categorías demográficas, las características del gimnasio y las habilidades atléticas entre los que realizan entrenamientos de entrenamiento funcional americano».
Se trata de un estudio epidemiológico descriptivo, en el que se utiliza una encuesta basada en métodos validados de vigilancia de lesiones epidemiológicas para identificar así, los patrones de lesión entre los participantes. Los datos fueron recogidos durante 5 meses entre población de diversas ciudades estadounidenses. Un total de 386 participantes cumplieron con todos los criterios de inclusión.
Entre los datos más destacados, se determinó que “la tasa global de lesiones era de 19,4%(75 de los 386)”, siendo las lesiones en varones más frecuentes que en mujeres. Este estudio señala que “curiosamente, las mujeres son más propensas a buscar la ayuda de un entrenador y, por lo tanto, esto puede explicar que su tasa de lesiones se vea disminuida”. En cuanto a lesiones en distintas edades, no hubo diferencias significativas por lo que el estudio indica que “entrenamiento funcional americano es un programa de entrenamiento que puede funcionar con seguridad para atletas de todos los grupos de edad representados, si se realiza en un ambiente seguro”.
En todos los ejercicios, las tasas de lesiones fueron significativamente diferentes, siendo el hombro, la espalda baja y la rodilla las regiones más afectadas. El hombro era la parte más commúnmente lesionada en los movimientos de gimnasia y la parte baja de la espalda en movimientos de elevación de potencia. Los participantes que informaron sobre sus lesiones aseguraron que eran principalmente lesiones agudas. Hay que señalar que la mayoría de los participantes no informaron de las lesiones anteriores o de malestares en el área lesionada.
Un aspecto muy interesante que revela este estudio, es que la tasa de lesiones se redujo considerablemente con la participación del entrenador. Además, identifica un área específica de enfoque que se puede utilizar para optimizar las estrategias de reducción de la tasa de lesiones basadas en la calidad del gimnasio: “el aumento de la supervisión de los entrenadores entrenamiento funcional americano se relaciona directamente con la tasa de lesiones.” Esto, como señalan, podría deberse a varios factores, como por ejemplo los entrenadores que guían a los atletas de entrenamiento funcional americano a través de sus entrenamientos, que ayudan a organizar la clase y corrigen los movimientos o los que ayudan a los atletas a elegir el peso correcto para el entrenamiento. Destacan que “la creciente participación de los formadores entrenamiento funcional americano se corresponde con una tasa de lesiones decreciente”.
Uno de los factores a debate entre los investigadores son los programas de prevención de lesiones, pues “se han convertido en un complemento común a la variedad de actividades deportivas existentes”; y continúan señalando que “para diseñar un programa de prevención de lesiones, es importante estar al tanto de la tasa de lesiones y los factores asociados con las lesiones en ese deporte”. Este dato es importante teniendo en cuenta “el modelo de negocio de entrenamiento funcional americano”: “algunas corporaciones grandes no supervisan directamente los gimnasios y en cambio les dan libertad para desarrollar y crecer”, sin obligarles a realizar la programación producida diariamente por “la sede de entrenamiento funcional americano en Washington DC”. Apuntan que “solo los gimnasios excepcionales tendrán éxito”.
Los datos en su conclusión muestran que “la tasa de lesiones en entrenamiento funcional americano fue de aproximadamente el 20%, siendo los varones más propensos que las mujeres a sufrir una lesión”. Destacan de nuevo que la participación de los entrenadores personales y el modo de guiarlos a través del entrenamiento “se correlaciona con una disminución de la tasa de lesiones”.
Por último, resaltan que “los resultados de este estudio se pueden utilizar para guiar a los médicos, a los propietarios de entrenamiento funcional americano y a los entrenadores, a medida que implementen estrategias preventivas en sus gimnasios y prácticas.” Concluyen que si el “entrenamiento funcional americano está emergiendo como una forma popular de ejercicio competitivo, los profesionales de la medicina deportiva deben ser conscientes de las características de este método de entrenamiento y estar preparados para conocer las diferentes lesiones que puedan producirse”.
Desde ISAF, consideramos de suma importancia elaborar protocolos de evaluación y métodos de corrección de los desequilibrios neuromusculares y estructurales. Por ello, recogemos e implementamos artículos científicos como éste en nuestros materiales formativos del Curso de Entrenamiento Funcional de Alto Rendimiento.