El gimnasio forma parte de la vida que has elegido, estás familiarizado con su atmósfera, con su lenguaje, con su rutina y, por supuesto, con sus riesgos. Partimos de la base de que no te va a sorprender la respuesta porque sabemos que, lo realmente sorprendente es que haya deportistas que sigan practicando estas disciplinas:
- Press de hombro tras nuca.
- Jalón de dorsales tras nuca.
- Remo al mentón o barbilla.
El incremento del riesgo de generar lesiones que, potencialmente, conlleva la práctica de estos tres ejercicios es tal que, en varias ocasiones, figuras consagradas del deporte, en general y del culturismo en particular, han hecho declaraciones expresando su opinión y relatando experiencias cercanas o personales, para intentar disuadir o bien a los Speedy González del gimnasio que buscan los mayores resultados en el menos tiempo posible, o bien a los impacientes desinformados -sí, ¡qué atrevida es la ignorancia- que deciden saltar a la piscina sin comprobar si hay agua dentro.
A veces el entusiasmo exagerado es una mala compañía a la que conviene mantener a distancia, sobre todo si los resultados a los que se aspira se pueden conseguir por otras vías mucho más seguras para la integridad física de los deportistas y para su economía.
Menos lesiones, menos visitas al fisioterapeuta.
El press de hombro tras nuca, muy utilizado para trabajar el deltoides, por ejemplo, te puede convertir en un candidato a un largo reposo físico a causa de una tendinitis severa.
¿Cómo? Pues porque presenta una clara incompatibilidad con la articulación natural del hombro, porque somete a ésta a una excesiva apertura y a una gran rotación externa dejando al músculo supraespinoso en una difícil encrucijada de presión entre el acromion, la escápula y la cabeza del húmero.
Algo muy similar ocurre cuando el deportista practica jalón de dorsales tras nuca porque los ejercicios tras nuca, si bien en ocasiones se pueden realizar con éxito, presentan un riesgo de lesión del que es perfectamente posible prescindir sin que los objetivos se resientan, además, cualquier deportista que haya recibido una formación deportiva de calidad, sabe que el gimnasio es un escenario sí, pero no una pista de circo en la que consigue más quien más y más rápido arriesga.
No, el gimnasio es el escenario de una carrera de fondo en la que conseguirá resultados óptimos aquél que tenga una mejor formación deportiva y la lleve a la práctica con responsabilidad, criterio y sentido común.
Y el caso del jalón tras nuca es un caso paradigmático. El movimiento que se lleva a cabo, de nuevo, no es natural, presión y esfuerzo se alían para colocar el conjunto de músculos implicados, especialmente en el cuello y la espalda, en una situación de riesgo que aumentará exponencialmente con la carga y el número de repeticiones por serie.
Quizá estaría bien acudir a nuestro formador para preguntarle por opciones alternativas, seguramente el jalón por delante podría ser una de ellas para poder seguir el proceso de aumento de la masa muscular de una forma segura y responsable.
Una manera de pensar que también estaría bien aplicar si tenemos la intención de practicar remo al mentón o barbilla. De nuevo nuestros hombros y cuello son las áreas corporales que este tipo de ejercicios implica más y más intensamente y que se convierten en candidatas potenciales a sufrir una lesión severa.
¿De verdad quieres convertir tu rutina de gimnasio en una suerte de ruleta rusa? Innecesario ¿Verdad?
En este caso, en el del ejercicio remo al mentón o barbilla, el riesgo no baja ni un ápice, el síndrome subcromial, está en el aire y si la rotación supera los setenta grados recomendados y alcanza la línea roja de los noventa grados…no es por ser agoreros, pero ahí están las cifras, los casos y sus protagonistas y la verdad ¿Qué necesidad hay de poner en riesgo nuestra espalda cuando hay rutinas que actúan como auténticas aliadas a la hora de fortalecer deltoides y trapecio trabajando, por ejemplo, con mancuernas para realizar elevaciones laterales?
El remo al mentón es un ejercicio de alto riesgo para el supraespinoso, una mala ejecución puede convertirse en semanas de inactividad que interfieran en tus proyectos y objetivos. Insisto, ¿qué necesidad hay?
Acércate a tu monitor, a tu profesor o a tu instructor.
Sabes que necesitas información, al fin y al cabo, te estás formando.
Ellos pueden ayudarte y tú lo sabes, no arriesgues en un sprint pasajero lo que puedes conseguir y mantener en una buena maratón para toda la vida.
Será por alternativas.