El uso de glutamina en la suplementación deportiva tiene algunos beneficios para ciertas disciplinas, aunque no cuenta con el respaldo científico suficiente.
La glutamina (L-glutamina) es el aminoácido libre más abundante del organismo, tanto a nivel intracelular como extracelular, representando el 50% del total de los aminoácidos de nuestro organismo.
Es considerado como un aminoácido no esencial, aunque tiene un matiz: en situaciones de estrés o mucho volumen de entrenamiento, la producción endógena no cubre las necesidades y por ello, sería una buena opción incrementarla a través de la suplementación.
Las fuentes alimenticias más ricas de glutamina son las de origen animal, y los suplementos proteicos extraídos de alimentos animales. Por ejemplo, es el principal constituyente en productos vegetales y cereales como el arroz, el maíz o el tofu. Un posible uso de este suplemento sería en personas vegetarianas o veganas, ya que en períodos de alto estrés deportivo no suelen cubrir todas las necesidades de este aminoácido con su dieta.
Durante el ejercicio, se degradan proteínas musculares y, principalmente, glutamina por ser el aminoácido más presente en el tejido muscular. Sin embargo, en condiciones normales, esa glutamina será enviada a otros tejidos que lo necesitan para poder seguir ejercitándonos sin problema. Es por ello que se han hecho estudios del uso de glutamina como ayuda ergogénicaen diversos tipos de disciplinas deportivas, tanto de fuerza, como de resistencia.
En disciplinas enfocadas a fuerza/potencia, como la halterofilia, el uso de glutamina no mejoró el rendimiento deportivo con respecto al uso del placebo (malto dextrina o zumo de fruta). En disciplinas de resistencia o ejercicio aeróbico prolongado, su uso sí que es estaría justificado como suplemento. Cuando la carga de entrenamiento, especialmente el volumen, se incrementa sin adaptación aguda, la disminución de glutamina muscular aparece con síntomas de exceso de entrenamiento asociado.
Curiosamente, la glutamina puede servir como una ayuda para la recuperación de energía y aumentar la resíntesis de glucógeno después del ejercicio exhaustivo, si se proporciona inmediatamente después del ejercicio junto con carbohidratos de rápida asimilación.Además, podría disminuir los niveles de cortisol y amoníaco generado y acumulado durante el entrenamiento, aparte de aumentar los niveles de bicarbonato, lo que ayudaría a estabilizar los niveles de acidosis sanguíneos.
En definitiva, el uso de glutamina en condiciones normales no cuenta con el respaldo científico suficiente, es decir, no cuenta con ningún beneficio. En caso de usarse, parece que sería más efectiva en aquellas personas cuya dieta podría ser deficitaria en glutamina (veganos y vegetarianos) y en aquellas ocasiones en las que se incrementa mucho el volumen de entrenamiento sobretodo en deportes de resistencia. Y si ambos factores se juntan con más razón. Por otro lado, en deportistas con problemas gastrointestinales podría ayudar a mejorar la permeabilidad intestinal, lo que supondría una mejora del aparato digestivo, una mejor absorción de nutrientes y un menor riesgo de padecer infecciones.
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