Desde el Instituto de Formación Deportiva de Alto Rendimiento –ISAF, queremos hablarte en este artículo sobre el músculo esquelético y las fibras musculares.
El músculo esquelético
El músculo esquelético es el protagonista principal que genera el movimiento humano, por eso es de vital importancia durante el ejercicio, el entrenamiento y las actividades deportivas. Esto es debido a que, en sus estructuras miofibrilares internas, es dónde produce la verdadera “batalla” entre la adaptación y la fatiga.
El sistema muscular esquelético está regulado por el sistema nervioso central y autónomo, e interactúa con importantes sistemas y órganos como la estructura esquelética, el sistema cardio-respiratorio, el sistema digestivo, el sistema endocrino, el hígado, el riñón, entre otros.
Pero, son las células musculares, las que “sufren” los impactos de las cargas de esfuerzo, que modifican las estructuras morfológicas y funcionales más importantes que impactan sobre la salud, la aptitud y el rendimiento deportivo.
Hay 3 tipos de músculos:
1) Lisos: También llamados músculos involuntarios, que no son regulados por nuestro nivel de control consciente.
Ejemplos: Endotelio de los vasos sanguíneos, y de revestimiento interno de órganos.
Mediante sus acciones de contracción-relajación alternadas, regulan y distribuyen el flujo sanguíneo, así como, por ejemplo, logran movilizar bolos alimenticios en el tracto digestivo, o hacen fluir y emitir orina en la vía urinaria.
2) Cardíaco: Músculo especializado del corazón (Miocardio), con similitudes estructurales a los músculos esqueléticos, pero al igual que los músculos lisos, es de funcionamiento involuntario; ya que tiene un funcionamiento autonómico, y es regulado por el sistema nervioso y el sistema endocrino.
3) Esquelético: Músculos de acción voluntaria, regulados y controlados por el sistema nervioso central, y a través del mecanismo motoneurona-placa motora movilizan la estructura esquelética, generando todos los movimientos del cuerpo.
A modo de resumen, es importante describir las estructuras anatómicas que contienen al músculo esquelético:
- Epimisio; alrededor del vientre muscular.
- Perimisio; rodeando a los fascículos musculares.
- Endomisio; revistiendo a las fibras musculares, que a su vez, están integradas por estructuras miofibrilares.
También destacar el papel del sistema tubular y del retículo sarcoplásmico, responsable de la liberación y recaptación del ion Calcio, decisivo electrolito, cofactor de los mecanismos de acoplamiento de los componentes de la unidad de contracción sarcomérica.
Fibras musculares
Es muy importante, para el ejercicio y los deportes, la diferenciación de los tipos de fibras musculares, que se han clasificado en:
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- Fibras ST (Slow- Twitch Fibers, Tipo I, Lentas, rojas, u oxidativas):
Son ricas en enzimas aeróbicas y en la cantidad de mitocondrias, así como en el tamaño de éstas. También tienen grandes depósitos de glucógeno y mucha mioglobina.
- Fibras FT IIA (Fast- Twitch Fibers, Tipo II a, Rápidas, Blancas, Semi-Oxidativas).
Aunque presenta ambos metabolismo energéticos, predomina el aeróbico.
- Fibras FT IIB (Fast- Twitch Fibers, Tipo II b, Rápidas Glucolíticas NO Oxidativas).
Al contrario que en las de tipo A, éstas tienen un cantidad de enzimas que degradan la glucosa mediante la vía anaeróbica. Y en cambio, presentan una actividad aeróbica mucho menor.
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Esperamos que esta información sobre el musculo esquelético y las fibras musculares te haya sido útil.
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