Ser especialista en fisiología deportiva significa ser consciente del funcionamiento del cuerpo humano y estar en posesión de los conocimientos necesarios para convertirse en su eventual gestor con el objetivo de aumentar el rendimiento deportivo de forma saludable.
Casi nada.
No se trata tanto de que existan cursos deportivos necesarios para ser especialista en fisiología deportiva como de acceder a la mejor formación posible.
La formación para ser especialista en fisiología deportiva es necesaria, por supuesto, pero ese no es el núcleo del asunto, los deportistas cuyo entrenamiento sean tu responsabilidad necesitan que tu conocimiento y gestión del funcionamiento de sus cuerpos sea absoluta.
Ellos pueden dudar, tú no.
La calidad de la formación integral precisa para especializarse en fisiología deportiva se convierte así en un factor determinante
¿Te sorprende? Ya imaginaba que no, entonces, pasemos a la acción.
¿Qué tipo de formación procura el máximo conocimiento?
La fisiología del ejercicio físico es una ciencia en constante expansión desde su nacimiento a principios del siglo pasado.
Desde entonces, diferentes profesionales especializados en distintas materias, han puesto sobre la mesa las sucesivas y simultáneas transformaciones y adaptaciones que se producen en el cuerpo humano con la práctica de la actividad física.
Disciplinas tan variadas como las matemáticas, la biología y la medicina, hábilmente combinadas, llevaron a obtener reveladoras evidencias como que el músculo solo necesita aporte de oxígeno durante la fase de recuperación y no para la de tracción o, -y hablando de oxígeno-, establecer la diferencia entre metabolismo aeróbico o anaeróbico y su entrada en escena durante la actividad corporal.
Y ya sabemos que poner resultados, con evidencia científica, en manos de investigadores es como cuando Arquímedes de Siracusa consiguió su punto de apoyo para mover el mundo y llegó la prensa. El progreso se hace inevitable.
De la mano de ese progreso llegaron estudios suecos sobre la del glucógeno y el esfuerzo muscular; investigaciones estadounidenses sobre el metabolismo y la fatiga o el cansancio o sobre la formación del lactato y sus consecuencias antes, durante y después del ejercicio o sobre el uso de macronutrientes durante el ejercicio.
Investigaciones, todas ellas, que han asentado la disciplina de la fisiología deportiva a la vez que han dibujado un futuro ilimitado de posibilidades.
¿Consideras que conocer esas transformaciones, seguir avanzando en la investigación de otras y saber cómo gestionarlas tiene algún límite?
De verdad que no hace falta que contestes, si la respuesta fuera afirmativa, no hubieras llegado hasta aquí.
Los especialistas en fisiología han puesto al servicio del deporte sus trabajos y conclusiones científicas.
Disciplinas como la bioquímica se han asociado con la fisiología para desvelar a estudiantes y profesionales del deporte productivas interpretaciones a cerca de las reacciones que se desencadenan en el organismo humano durante el esfuerzo deportivo.
Efectos que, gestionados adecuadamente, revelan cómo extraer, en cada caso, lo mejor de cada cuerpo sometido a presión deportiva extrema sin descuidar, sino comprendiendo a favoreciendo al máximo, la salud de los deportistas.
Entender los procesos orgánicos que producen e ir más allá proyectando y valorando los que se pueden producir.
Descubrir interacciones entre el aparato motor, el neurológico y el digestivo que propicien un mayor rendimiento y saber aplicar las pautas correspondientes… ciertamente, todo eso precisa una formación que, dada la sensibilidad de la materia prima con la que se trabaja, habrá de ser la mejor, sin miramientos.
Y así, sin miramientos, vamos a por todas porque tú ya has empezado a vislumbrar lo que la fisiología te puede aportar y, lógicamente no te vas a conformar con nada que sea menos que la excelencia.
Un material formativo, en constante crecimiento basado en cuestiones fundamentales como la adaptación en nutrición, suplementación e hidratación del individuo en periodo de entrenamiento y, por supuesto, que los métodos de entrenamiento y su aplicación práctica emanen de la evidencia científica.
La misma evidencia que ha de proporcionar bases científicas de la composición corporal, antropometría y cineantropometría.
Adquirir y dominar todos los conocimientos posibles sobre fisiología deportiva, son objetivos que contribuyen a hacer de ti un mejor profesional del deporte, más completo y preparado para poder poner tu formación a prueba como especialista, por ejemplo, en clubes deportivos, gimnasios o consultas de nutrición y suplementación nutricional. Sin olvidar la tan demandada especialidad profesional de entrenador personal.
A estas alturas probablemente ya habrás comprobado que los límites los pones tú.
¿Qué consideras necesario para ser especialista en fisiología deportiva?
O mejor, permite que reformule la pregunta con un lenguaje más deportivo: ¿Hasta dónde quieres llegar?