¿Cómo resumir áreas del conocimiento científico tan complejas como la Fisiología y Bioquímica del Ejercicio?
Debe entenderse la dimensión de la Fisiología del Ejercicio y del Entrenamiento Deportivo, ante una carga de trabajo físico; es decir que expresa cómo funcionan los diferentes sistemas metabólicos y órganos, ante diferentes tipos de esfuerzo, y qué modificaciones se generan en los tejidos ante estímulos de cargas físicas.
En las últimas 4 décadas se ha generado una verdadera revolución de conocimientos, confirmación de evidencias y caída de muchos de los principios controvertidos en el campo de las Ciencias del Deporte, debido a la intromisión de una de las disciplinas que ha crecido exponencialmente, por el desarrollo metodológico y tecnológico: la Bioquímica del Ejercicio.
Esta rama de la ciencia ha realizado un increíble aporte en el análisis del comportamiento de los metabolismos y nutrientes ante diferentes cargas de esfuerzo durante el ejercicio, la actividad física general, el entrenamiento (en diferentes modelos) y la competencia deportiva (en diversas disciplinas).
A continuación, desde ISAF, describimos las etapas históricas de evolución de la Bioquímica del Ejercicio, en la segunda mitad del Siglo XX, y en el inicio del Siglo XXI:
Pero lo más importante es relacionar los efectos biológicos con las variables que son el sustento metodológico de las cargas de entrenamiento, como el volumen o duración del estímulo, la intensidad del mismo, frecuencia y densidad de cargas, influenciado por factores ambientales, geográficos, psicológicos, emocionales, sociológicos, culturales, sobre sujetos que tienen un funcionamiento biológico único y exclusivo.
- 1950: cambios de sustratos en la concentración plasmática e intercambio pulmonar gaseoso.
- 1960: concentraciones de sustratos en muestras de biopsias de tejidos (la biopsia), aplicada en investigaciones relacionadas con el esfuerzo físico y deportivo. En el análisis histórico, se considera que estos aportes dieron un nuevo enfoque: “Antes y Después de la Biopsia”.
- 1970: asociación de los estudios realizados con biopsias y con técnicas que usaron diferencias artero-venosas de sustratos.
- 1975-1980: implementar técnicas de estudios con trazadores isotópicos, con sustratos marcados radioactivamente. Los métodos consisten en inyectar sustratos similares a los que posee el cuerpo humano (por ej., glucosa, lactato, piruvato, aminoácidos, ácidos grasos, etc.), los que llevan adheridos, un marcador radioactivo (isótopos de los átomos que componen las moléculas que tengan actividad radioactiva): estas técnicas han permitido describir la secuencia metabólica de los sustratos principales e intermediarios, y cuantificar las tasas de degradación, reconstrucción, absorción y transporte de esos sustratos, a través de dispositivos tecnológicos, no invasivos, o con poco nivel de injuria física, tal cómo genera la biopsia muscular.
- 1990: La Biología Molecular, campo de la evidencia que estudia cómo la combinación de cargas de ejercicio y la alimentación, integrados, pueden impactar en los genes, y a través de señales mediadas por ARN mensajero, generar la transcripción y síntesis de moléculas, dentro de las células y en las membranas; básicamente, proteínas (quinasas) que serían responsables de efectos metabólicos fisiológicos y bioquímicos, vitales para la adaptación biológica.
Pero lo más importante es relacionar los efectos biológicos con las variables que son el sustento metodológico de las cargas de entrenamiento, como el volumen o duración del estímulo, la intensidad del mismo, frecuencia y densidad de cargas, influenciado por factores ambientales, geográficos, psicológicos, emocionales, sociológicos, culturales, sobre sujetos que tienen un funcionamiento biológico único y exclusivo.