¿Qué es el coaching?
El concepto de coaching procede del verbo inglés “to coach” que significa “entrenar”. Basado en el concepto de entrenar, el coaching hace referencia a una metodología de trabajo muy concreta cuyo fin es alcanzar la mejor versión de uno mismo. Conseguir nuestra mejor versión provoca, no solo la consecución de nuestros objetivos, sino la capacidad de disfrutar plenamente del proceso que esto conlleva.
Relación coach y coachee
Es sumamente importante identificar claramente las dos partes que conforman el proceso de coaching: el coach (entrenador) y el o los coachees (“entrenados”). Ambas partes deben saber claramente cuál es su papel en el proceso de coaching. ¿Cuál es exactamente su papel?
La misión de coach no es dirigir o enseñar, sino intervenir en el proceso de aprendizaje del coachee para que pueda tomar las decisiones correctas en relación con la meta que se ha plantado previamente.
Por otro lado, el coachee corresponde a la parte que desea realizar cambios o conseguir una meta específica. El coachee es el principal responsable de los resultados obtenidos.
Para que el método de coaching sea efectivo y perdure en el tiempo se deben de seguir una serie de pasos muy concretos. ¿Cuáles son?
Los 5 pasos clave en el proceso de coaching
1. Determinar y analizar el objetivo del coachee y el motivo por el cuál desea conseguirlo.
2. Establecer confianza y expectativas mutuas entre coach y coachee.
3. Acordar con el coachee los resultados esperados.
4. Obtener y utilizar herramientas para evaluar el progreso del coachee.
5. Mostrar el progreso realizado para reforzar la autoconfianza del coachee.
La función del coach es acompañar al ser humano hacia la mejor versión de sí mismo. Conseguir nuestra mejor versión es un camino que comienza con un primer paso: conocerse a uno mismo. (Sócrates).