Gracias a la dedicación y estudio de especialistas en fisiología, podemos entender cómo funciona el cuerpo humano, lo que ha hecho posible que se perfeccionen los métodos que aumentan el rendimiento deportivo.
A continuación, vamos a realizar un breve análisis de la fisiología contemporánea y la repercusión que ha tenido en el deporte.
Esta ciencia empezó a desarrollarse con fisiólogos que surgieron en el siglo XX. Los más importantes fueron ArchibaldV.Hill, elHarvard Fatigue Laboratory, Per – OlofÁstrand, el Instituto Karolinska de Estocolmo, T.K. Cureton y Kenneth Cooper, entre otros.
De los aportes más importantes que realizaron, destacamos en la década de 1920 los de ARCHIVALD V. HILL, fisiólogo y matemático británico que recibió el premio Nobel de fisiología/medicina por su descubrimiento sobre la producción de calor en el músculo. Reveló que el músculo sólo necesita oxígeno para la fase de recuperación y no para la de retracción, lo que permitió observar las reacciones bioquímicas que se producen por la contracción del músculo.
En el mismo año, OTTO FRITZ MEYERHOF también recibió el premio Nobel por la definición del concepto de VO2 máximo, la diferenciación del metabolismo energético (aeróbico y anaeróbico) y el estudio de la importancia del VO2 máximo en el entrenamiento de resistencia, entre otros hallazgos.
En el año 1927, LAWRENCE J. HENDERSON fundó el HARDVARD FATIGUE LABORATORY (HFL), que estudió tanto la fisiología del esfuerzo de resistencia como la de situaciones adversas (ejercicio con temperaturas elevadas y a grandes alturas). Fisiólogos escandinavos como Erik Hohwü-Christensen, Erling Asmussen y Marius Nielsen participaron en estas investigaciones, siendo muy influyentes en sus países tras regresar de EEUU.
Durante los años 50 y 60 destacar a PER – OLOF ASTRAND, considerado uno de los “padres fundadores” de la fisiología moderna del ejercicio. Desarrolló el Astrand-Ryhming Cycle Ergometer Test, con el objetivo de medir individualmente la capacidad aeróbica máxima (VO2 máx) a partir de esfuerzos submáximos. Dirigió numerosos estudios relacionados con el estado de preparación física y la capacidad de resistencia, que le permitieron descubrir la visión metabólica del “continuum energético”.
En la misma época de Astrand, el INSTITUTO KAROLINSKA DE ESTOCOLMO, fue pionero en realizar la extracción de muestras musculares (Biopsias) para estudiar el consumo de glucógeno durante el esfuerzo y la restauración del mismo durante y después del ejercicio. Con el tiempo, las biopsias musculares pasaron a segundo plano, sustituyéndose finalmente por métodos más sencillos.
En la década de los 50 fueron diversos fisiólogos los que realizaron aportes importantes. Cabe destacar la introducción del microscopio electrónico por parte de Hugh E. Huxley, que supuso un gran avance para explicar los mecanismos de la contracción muscular mediante el deslizamiento de los filamentos de actina y miosina en los músculos esqueléticos estriados. Por parte de John Holloszy de la Universidad Washington (San Luis), Charles Tipton (Universidad de Iowa), Phil Gollnick, Reggie Edgerton, destacar el uso por primera vez de ratones para estudiar el metabolismo muscular y examinar los factores relacionados con el cansancio.
Los fisiólogos más importantes que podemos destacar en la década de los 60 son J. Bergstrom que insertó la “Aguja de Bergstrom” para reintroducir las biopsias musculares y T.K. CURETON Y KENETH COOPER, quienes ayudaron a que toda la base fisiológica extraída hasta el momento se llevara a la práctica a mayores niveles de población. Los programas de fitness desarrollados por Cureton y el libro de Kenneth Cooper de 1968, Aerobics, sirvieron para promover un estilo de vida saludable a través del ejercicio.
Durante las décadas de los 80 y 90, Axel UrhausenyWilfried Kindermann, médicos deportivos, observaron que los estudios hormonales proporcionaban información relevante. Señalaron la utilidad de los estudios inmunológicos y la valoración de la actividad enzimática en el plasma sanguíneo para controlar el entrenamiento.
Hace poco más de 20 años, el conocido fisiólogo George Brooks descubrió el recorrido y transporte del lactato (tiene como objetivo dilucidar las rutas metabólicas, de control, de la formación y utilización de ácido láctico, antes, durante y después del ejercicio). Para ello utilizó trazadores isotópicos, una herramienta que resultó muy útil. Gracias a esto, Brooks perfeccionó las antiguas curvas del “continuum energético” desarrollado por Astrand. Al trasladar las curvas hacia la izquierda y arrojar mayor exactitud de la implicación de cada sistema energético en el tiempo, los sistemas de entrenamiento desarrollados por Brooks sobre el “continuum energético” lograrán mayores adaptaciones fisiológicas y metabólicas en el área energética que se desee entrenar.
Además de esto, Brooks desarrolló “El Concepto de Entrecruzamiento” o concepto de crossover, con el propósito de entender cómo el cuerpo selecciona combinaciones de ácidos grasos, carbohidratos y aminoácidos para su uso durante el ejercicio.
or último, destacar a John Hawley, quien descubrió que la disponibilidad de hidratos de carbono para el músculo esquelético tiene efectos sobre el metabolismo en reposo y los patrones del uso de macronutrientes durante el ejercicio. Una baja biodisponibilidad de hidratos de carbono aumenta la adaptación al entrenamiento de resistencia al utilizarse las grasas de forma más eficiente.
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